¡ERASE UNA VEZ UN ANIMAL QUE QUISO SER HUMANO!
¡ERASE UNA VEZ UN ANIMAL QUE QUISO SER HUMANO!
EL PROYECTO DE SER HUMANO, REQUIERE DE UN SALTO CUALITATIVO EN NUESTRA EVOLUCIÓN Y, EL HOMO SAPIENS SAPIENS, YA NO LO REPRESENTA COMO IDENTIDAD PREVIA NECESARIA.
El Homo Sapiens Sapiens, como
protagonista, como nombre propio del periodo evolutivo en el que la historia lo
sitúa, o situe, ha llegado al final de su recorrido para un animal, para una
especie animal y para el ser social “alcanzado” que lo guía en este referido
periodo, que, ante todo, procura y procurará por su supervivencia.
¿Por qué?
Porque aquello que en su
denominación como Homo Sapiens lo diferencio y le doto de potencial evolutivo,
ya no es suficiente, no es LO QUE SE REQUIERE, para continuar con su evolución.
No es suficiente el sustantivo “homo”,
ni su adjetivación “sapiens”, ni se requiere de más repeticiones de su adjetivo con la que, el Homo
Sapiens Sapiens, resulte ser “dos veces sabedor o sabio”.
Porque en ese recorrido, durante
su periodo evolutivo como Homo Sapiens Sapiens, como el animal o especie que, auto
denominado como ser social en ese mismo espacio tiempo y evolución, llego a
identificarse y reconocerse con el
resultado más prometedor de su trabajo como ser sabedor o sabio, el de su
proyecto socializador de “SER HUMANO”.
Pero que, pasado el tiempo en el
que el inicial desarrollo del proyecto de Ser Humano no conllevaba problema
alguno, sino más bien todo lo contrario, para los fines y objetivos del Homo
Sapiens Sapiens, llegado el momento del encumbramiento del Homo Sapiens Económicus
en la pirámide social -igualmente en desarrollo como el ser social que ya era- sobre
cualquier otro Homo Sapiens Sapiens, emergió el conflicto latente entre esas
dos denominaciones y naturalezas del animal que, sobre todo, si somos.
Porque el Homo Sapiens
Sapiens-Económicus, al servicio de la minoría social de los Homo Sapiens Sapiens
más poderosos y de sus argumentos, estrategias y necesidades correspondientes,
aunque posicionándose en contra de la GRAN MAYORIA de Homo Sapiens Sapiens que,
hasta ese momento, el desarrollo del proyecto de Ser Humano había beneficiado -en
la medida que este favorece la mayor “socialización” de la riqueza alcanzada
entre tod@s-, fue progresivamente estableciendo, como un saber incuestionable
por quienes estaban fuera de esa órbita de la minoría de Homo Sapiens Sapiens
exitosos y enriquecidos por encima de lo sostenible, que desarrollar el
proyecto de “SER HUMANO”, por la mismas características de su naturaleza
socializadora, de justicia y honestidad, resultaba “NO RENTABLE” para ellos.
Así que, el Homo Sapiens Sapiens,
liderado, más bien conducido por esa minoría que, a los Homo Sapiens Sapiens-Económicus
y a sus postulados y formulaciones de desarrollo socio-económico, fue sumando
todo un abanico de nuevos Homo Sapiens Sapiens, ahora científicus, que
igualmente fortalecían las tesis y proyecciones de futuro que interesaban a la
minoría dominadora, ya claramente explotadora del resto de Homo Sapiens -menos
sapiens-, sin realmente darse cuenta, o tomar conciencia de ello, ha ido
perdiendo su alcanzada condición de ser humano en proceso, sin advertirlo, ni
siquiera sin ser consciente de que ello estaba, está ocurriendo.
Resumiendo, esta minoría de Homo Sapiens
Sapiens dominadora, esclavista y explotadora de la GRAN MAYORIA durante este
tiempo evolutivo del Homo Sapiens Sapiens, nos ha hecho creer que el modelo del
Bien Estar General era posible; nos vendió, mientras les interesó, su obra
cumbre -a la que sumaron todo Homo Sapiens Sapiens, de cualquier género, color
y condición-, la del Proyecto de SER
HUMANO; cuando resultó conveniente y con el principal fin de continuar, de no debilitar su enriquecimiento
sin límites, llegados a la conclusión de que el desarrollo total del
proyecto de SER HUMANO entraba en conflicto con su prioridad de beneficio y enriquecimiento,
iniciaron la deshumanización de la sociedad, hoy en curso; y, el SER HUMANO, hasta este
momento entendido como una segunda acepción de Homo Sapiens Sapiens, EN SU GRAN
MAYORIA -vamos todos menos ellos-, nos encontramos, como al inicio de ese
periodo evolutivo, ante la necesidad -más o menos consciente para cada quien- de
encontrarse a uno mismo, saber quién es y como reconocerse para, con ello, desarrollar
la nueva identidad que nos permita evitar el precipicio de autodestrucción y
suicida evolución al que, la minoría de Homo Sapiens Sapiens, deshumanizada y
enferma de codicia y ambición desequilibradora, nos empuja.
¡BE CONSCIENCE!
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